Coter: La Amazonía boliviana llora a Francisco, defensor de sus pueblos y el ambiente
Federico Piana - Ciudad del Vaticano
En lo profundo de la Amazonía boliviana, el recuerdo del Papa Francisco vivirá por siempre en un ciclo biológico silencioso pero poderoso, multiplicador de vida y generador de esperanza: el de 13 árboles plantados en la tierra desnuda de una zona rural enclavada a orillas del río Mamoré, uno de los principales afluentes del río Amazonas, que marca la frontera con Brasil. “La comunidad local y yo plantamos el árbol el 26 de abril, día del funeral, junto con una delegación de Adveniat, una organización benéfica de católicos alemanes, para honrar la memoria de un Pontífice que se dedicó hasta el final a defender nuestro bosque y nuestra gente amenazada por la creciente destrucción”, dijo a los medios del Vaticano Monseñor Eugenio Coter , Vicario Apostólico de Pando y administrador apostólico del Vicariato de Reyes.
Profunda decepción
La repentina muerte de Francisco ha sumido a la Iglesia local y a la población en tal estado de postración que el prelado afirmó: «Ahora todos nos sentimos huérfanos de un hombre que supo mantener la mirada fija en este pedazo de nuestro mundo, esencial para el clima de toda la humanidad. Una mirada que, durante muchos años, nos acompañó, a partir de la encíclica Laudato si ' sobre el cuidado de la casa común. Hemos perdido a nuestro mentor». Toda esta atención de Francisco por la Amazonía tiene también su origen en la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano celebrada en Aparecida en 2007 y cuyo documento final fue elaborado gracias a Bergoglio, entonces arzobispo de Buenos Aires. Una continuidad ininterrumpida de intenciones y acciones repartidas a lo largo del pontificado que ha generado una conciencia global sin precedentes. Y al respecto, Monseñor Coter no tiene dudas: «El Papa ha dejado claro que la defensa de la Amazonía no es solo un problema de unos pocos entusiastas, ecologistas o un pequeño grupo de ONG, sino que concierne a todo ser humano. En definitiva, ha universalizado la cuestión del cambio climático al otorgarle la dimensión de responsabilidad social».
La conciencia de los “pequeños”
Pero hay más. El Papa, explica el Vicario Apostólico de Pando, ha logrado que los cristianos se apropien de las cuestiones ambientales tomando como modelo a San Francisco de Asís y reiterando "que a las emergencias ecológicas se debe dar una respuesta que encuentre su fuerza en una experiencia mística que permita al cristiano reconocer el rostro de Dios en la creación". Sin embargo, los poderosos locales, los administradores públicos y los políticos han hecho oídos sordos, sin modificar en absoluto sus modelos depredadores hacia la selva amazónica: «En la gente común, en los pequeños, en los pueblos indígenas, no ha sido así: entre ellos, la atención ha aumentado hasta el punto de que han surgido respuestas sencillas y efectivas desde abajo que intentan revertir la tendencia de explotación de los recursos. Han comprendido que no habrá futuro para nadie si la Amazonía sigue utilizándose para el acaparamiento indiscriminado de madera, la ganadería intensiva, los monocultivos y la extracción de oro que contamina los ríos con mercurio. Y, sin embargo, es la macropolítica nacional la que no ha cambiado: solo en Bolivia el año pasado se quemaron 14 millones de hectáreas de bosque».
Iglesia en primera línea
La Iglesia local, la misionera, la de las comunidades rurales, la de los sacerdotes que recorren incansablemente los ríos y los bosques para encontrar a sus fieles, no deja de compartir con la población el esfuerzo por una concientización cada vez más difundida, como enseñó el Papa Francisco. En nuestra realidad boliviana, asociaciones y movimientos, especialmente los de jóvenes, piden a la Iglesia, a la Cáritas local, ayuda y apoyo para implementar proyectos saludables de microeconomía sostenible, respetando el medio ambiente. Son signos elocuentes de la voluntad de lograr un mundo nuevo. Ahora que el Papa Francisco ya no está, necesitamos que la Iglesia universal, desde Roma, siga defendiendo la Amazonía.
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